Iberia y su plantilla vuelven a estar a un paso del conflicto colectivo
No hay acuerdo y los sindicatos, que hablan de mala fe de la empresa,
han pedido la intermediación del Servicio Interconfederal de Mediación y
Arbitraje (SIMA) para anular la citada rebaja. La firma vuelve a estar a
un paso del conflicto colectivo.
La paz social está lejos aún de imponerse en Iberia. La llegada del
nuevo consejero delegado, Luis Gallego, abrió nuevas expectativas de
entendimiento con los sindicatos en busca de aumentos en la
productividad. Pero sigue sin haber entendimiento y fue UGT el que
denunció ayer que la empresa “ha negociado de mala fe”.
Iberia ofreció el pasado 19 de abril a sus más de 16.000 empleados
la posibilidad de recuperar el 4% de salario, recortado entonces, si se
lograba acercar el rendimiento de la plantilla a los estándares que
marcan las low cost y las aerolíneas latinoamericanas de largo radio. El
entendimiento ha sido imposible durante estas semanas.
Los sindicatos de tierra y TCP –los pilotos van por su lado al no
haber firmado la mediación del catedrático de Derecho del Trabajo
Gregorio Tudela– están a un paso de judicializar el asunto interponiendo
la figura del conflicto colectivo “en demanda de la anulación de la
rebaja salarial adicional del 4% a todo el personal de Iberia”,
explicaba ayer el sector aéreo estatal de UGT en un comunicado. Como
paso previo la central sindical ha reclamado la mediación del SIMA, como
ya hiciera a finales del año pasado en el contexto del ajuste de
plantilla y las convocatorias de huelga. El órgano de mediación ha dado
cita para el jueves de la semana que viene.
Acercamientos sin fruto
El comunicado sindical respalda sus críticas a Iberia en el resultado
de las distintas mesas de negociación. Entre lo que se refiere a los
trabajadores de tierra, la mesa de carga, sistemas, comercial y
corporativa no ha llegado a abrirse; la mesa de handling se ha saldado
con “escasas reuniones” y una posición “inflexible” de Iberia respecto
al procedimiento de descuelgue del convenio presentado el 1 de marzo, y
la mesa del personal de mantenimiento presentaba puntos de acuerdo, pero
“Iberia ha decidido de manera unilateral dar por finalizada las
negociaciones, sin más razón que el desacuerdo en la mesa de handling”.
La misma tensión se aprecia en los contactos de la dirección de la
aerolínea con los representantes de los TCP. Las fuentes sindicales
aseguran que solo faltaba un acercamiento en largo radio “que Iberia
nunca llevó a cabo”. La mesa dio por concluidas las conversaciones y los
sindicatos CTA Vuelo, Sitcpla, UGT y CC OO hablan de ruptura
unilateral: “Nos reservamos todas las acciones legales y sociales
pertinentes”, decían estos colectivos en el acta de la reunión en que se
materializó la ruptura.
Desde Iberia se ha venido manifestando que el 4% adicional de recorte
en las nóminas no constituye una solución para el futuro de la
compañía, por lo que se abrió en abril a negociar alzas en la producción
a cambio de salario.
Desde la asamblea general de la Asociación Internacional de
Transporte Aéreo (IATA), el presidente de Iberia, Antonio Vázquez,
manifestó ayer que la aerolínea ya aprecia los efectos del plan de
reestructuración. Este incluye la salida de 3.141 trabajadores (16% de
la plantilla), la mayor parte en 2013, un recorte salarial para el resto
(11% para el personal de tierra y 18% para pilotos y TCP), la reducción
de flotas en 25 aviones y la renuncia a un 15% de la producción. Según
Vázquez, Iberia mantiene todos sus planes para volver a ser rentable en
2015.
El holding IAG, al que pertenece Iberia, provisionó 270 millones el
año pasado para la reestructuración de Iberia y se ha anotado un impacto
de otros 265 millones por el mismo motivo en el primer trimestre de
2013.
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