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dimecres, 3 de març del 2010

"La crisis española empeorará este año". Xavier Sala I Martín. Profesor de Economía de la Universidad de Columbia (EE UU)


Desde la confianza que da ser uno de los economistas más citados del planeta, el excéntrico Sala i Martín defiende con vehemencia la economía de mercado y el librecambio. Ayer pronunció en Madrid la conferencia ¿El fin del Capitalismo?, patrocinada por Madrid Network.

Sáquenos de dudas: ¿se acabará el capitalismo que conocemos?

No lo creo. Los ciclos económicos han existido siempre, pero no por eso van a acabar con el mejor sistema económico que se ha conocido. Además, no creo que esta recesión haya sido tan especial. La de principios de los años 80 fue más grave en no pocos aspectos.

Pero algo ha fallado...

Han confluido muchos factores: la mala política monetaria de Alan Greenspan en EE UU, las ayudas a la vivienda que dio el Gobierno de ese país, el erróneo sistema de incentivos a las agencias de rating y los directivos bancarios, el fracaso del sistema regulatorio Basilea... Muchos errores que tenderán a superarse por sí solos, pero no implican un fracaso del sistema.

¿Qué tiene de especial España para estar sufriendo un paro tan elevado?

En contra de lo que pretenden algunos, la recesión española no está causada por factores externos. La crisis financiera global ha acelerado el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, pero éste se hubiera producido con la misma intensidad en ausencia de aquélla. Este Gobierno, y el anterior, y el anterior, desde principios de los 90, han puesto todos los huevos en la misma cesta, y eso a largo plazo no puede funcionar. Pero no culpemos sólo a los gobiernos: también los bancos, las familias, los trabajadores, los empresarios se dejaron embaucar con la expectativa de subida eterna de los precios de la vivienda.

Explotada la burbuja, ¿qué se puede hacer ahora?

A corto plazo, nada. Es como el paciente al que el médico advirtió que no fumara y ahora tiene cáncer. Se puede superar, pero con mucho sacrificio. Desde luego, no con políticas de gasto como las que ha emprendido el Gobierno. Hemos llegado a tener un 10% de déficit corriente, porque la demanda superaba en ese porcentaje a la oferta. El problema de España es de insuficiencia de la oferta, y eso sólo se corrige con competitividad. Yo elaboro anualmente el Índice de Competitividad Global para el Foro de Davos, en el que España nunca pasa del puesto 30. Con eso no se puede crecer a largo plazo.

El ajuste está afectando a las finanzas públicas...

En efecto, y el problema es que, si los mercados empiezan a dudar de la capacidad de pago, dejarán de prestar. El riesgo de impago español está subiendo al compás de la peor valoración de las agencias de rating; por eso, lo que pasó en Argentina y empieza a pasar en Grecia no puede descartarse aquí. Si eso sucediese, el déficit corriente tendría que absorberse de golpe, lo que sería catastrófico.

¿Está al menos superado el vendaval financiero?

No. Los bancos y cajas españoles ya han sufrido un primer tsunami, por los 420.000 millones que les deben las promotoras y constructoras. Este año la crisis irá a peor porque queda una segunda oleada: la de los impagos provocados por el paro. Los primeros desempleados de la crisis están cerca de agotar el subsidio, y entonces dejarán de pagar.

"El gasto en I+D no implica innovación"

¿Basta elevar el esfuerzo en I+D para ganar competitividad?

Es que el gasto en I+D no es lo mismo que la innovación. Si yo dedico 1.000 millones anuales a estudiar el románico catalán computará como I+D, pero no servirá para ser más competitivos.

¿Ayudaría el abaratamiento del despido que reclaman los empresarios?

Hay costes mucho más altos que ese. En España es más fácil despedir que bajar salarios, y más fácil despedir a muchos que a pocos. Lo imprescindible es fomentar la flexibilidad, justo lo que desdeñamos de EE UU.

¿Qué debería hacer el Gobierno?

Lo que se necesita es un cambio de perspectiva de toda la ciudadanía. El Gobierno puede servir de canalizador de la idea, transmitir a la sociedad que tenemos un grave problema de oferta, de productividad. Que hemos fumado demasiados años y vienen tiempos de sacrificio. Pero está haciendo lo contrario al decir que sólo hay una crisis de demanda que se arregla con más gasto.

¿En qué ámbitos son más urgentes los cambios?

Hay que cambiar el paradigma e inculcar la cultura de que los empresarios son héroes Se debe fomentar la innovación y la creatividad, el espíritu crítico. En materia educativa, hay que cambiar el sistema de gestión de las universidades. Imagine que todos los jugadores del Real Madrid cobrasen lo mismo, que sólo se les subiera el sueldo con trienios, que entre todos eligiesen al entrenador... En ese caso, el equipo estaría en tercera división, exactamente donde está la universidad española. Y en enseñanza primaria, los objetivos contradictorios de universalidad e igualdad sólo son posibles con la mediocridad general.